Este sábado 25 de abril, tal cual dice nuestro cronograma, nos dirigimos a predicar el Santo Evangelio en la Plaza de Armas de Quillota.
Así que comenzó nuestro despliegue evangelístico, con mimos y payasos, a fin de compartir el Plan de Salvación a los niños, también nos dedicamos a los jóvenes y a adultos para abarcar el mayor campo etario posible.
En esta oportunidad, quien depositó la Palabra de Dios a través del megáfono fue nuestro hermano Eduardo Tapia Calderón predicando el mensaje de Dios a voz alzada en aquel lugar.
Mientras estuvimos en la plaza compartiendo, muchos oyeron el mensaje, entonces no tenemos más que afirmar para nuestras vidas que la Palabra de Dios nunca vuelve vacía, siempre cumple el propósito con el que Dios la ha enviado de manera eficaz y certera. Así que solo nos ocupamos de predicar lo que Dios nos dice, Él hace el resto.
Mientras estuvimos en la plaza compartiendo, muchos oyeron el mensaje, entonces no tenemos más que afirmar para nuestras vidas que la Palabra de Dios nunca vuelve vacía, siempre cumple el propósito con el que Dios la ha enviado de manera eficaz y certera. Así que solo nos ocupamos de predicar lo que Dios nos dice, Él hace el resto.
Finalizamos entonando y publicando alabanzas, declarando que Jesucristo es Rey de reyes. Balance final, una jornada de victoria.
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