Desde un tiempo hasta ahora ya ha transcrurrido un año aproximadamente donde se han llevado a cabo jornadas evangelizadoras en aquel punto, sábado a sábado al mediodía, los locatarios de Quillota ya saben que es hora de oir lo que Dios quiere decir.
Sábado tras sábado es un tiempo nuevo, donde el cansancio no es motivo para no cumplir la Gran Comisión, y a la vez hemos confirmamos lo que ya sabemos, Dios respalda a los suyos y premia la perseverancia.
Comentarios