Equipo de Ascenso
-- Intercesión Profética: Pastor Eduardo Tapia Calderón, hermana Tamara Yuretic Rey, hermana Nicole Valencia Silva, pastor Marco Mera López.
-- Maestros Proféticos: hermana Carolina Rey Fernández, David Codocedo Ulloa
-- Profetisa Marta Astudillo Varas
-- Pastor Justo Codocedo Ávila
Relación de la jornada
La citación fue a las 09:30 hrs. del sábado 19 de marzo de 2011. Poco a poco los hermanos fueron llegando y fueron reunidos en una sala del templo CEIM de Ariztía 122 para tener un tiempo de oración y preparación antes de ascender. El pastor Eduardo leyó el pasaje de Dt 20:1-4. Los convocados elevaron un ferviente clamor mientras el pastor Justo ungía con aceite para habilitar al equipo y, después de declarar la victoria, se emprendió el viaje rumbo a la cima del cerro Mayaca.
Ya en la cumbre, el pastor Eduardo motivó a los hermanos a mirar la ciudad de una forma distinta, no sólo fijarse en los edificios, calles y casas, sino ver la ciudad como Jesús vio a Jerusalem, es decir, con compasión, misericordia y gracia. La primera intercesión fue para pedir perdón por los pecados cometidos por la ciudad, pero también por los cometidos por la Iglesia. Dios reveló que muchas veces la gente proclama maldiciones sobre la ciudad, aún miembros de la Iglesia, y uno de los mayores pecados es ignorar la tierra que nos cobija, ser indiferentes e insensibles, como también no amarla, por lo tanto, corresponde que sea la Iglesia la que pida perdón a la ciudad y no al revés. Ya no pedir que Dios derrame su gracia sobre la ciudad, sino la Iglesia debe expandir la gracia en ella; no pedir que Dios tenga misericordia, sino que la Iglesia pueda actuar con misericordia. Se proclamó que Quillota ya no será conocida como una tierra estéril para el evangelio, sino de mucha fertilidad y de gran bendición; pero lo más importante fue la proclama profética sobre la ciudad, proclama que se encuentra en Is 62:1-4 y 6 y tiene como decreto central el declarar que el corazón de Dios está con Quillota y pone un carácter y un nombre nuevo: en vez de ser llamada “Desamparada” o “Desolada”, será conocida como “Predilecta” y “Esposa”.
El hermano David ministró la alabanza para pasar a un momento en que el Pastor Justo enseñó acerca de aquellas “Naciones intrusas para derrotar”, basado en Ex 23:23-24, 34:10-12 y Dt 20:16-18, junto con la promesa de Dt 7:21-22. se nos enseñó que los espíritus identificados con los pueblos cananeos de la época de la conquista de la tierra de la conquista, operan en la sociedad y también pueden operar en la Iglesia. Por lo anterior, se hizo guerra espiritual para resistir todas las obras de estos espíritus, pero antes de ello, la maestra profética Carolina Rey comentó lo que ocurría en los días del rey Jeroboam poco después de que el reino se dividiera: el rey levantó todo un sistema paralelo a la adoración verdadera a Dios para hacer pecar al pueblo (1R 12:25-33). Esta revelación fue muy importante, junto con lo que Dios ya había desvelado por medio de la profetisa Marta Astudillo sobre lo que sucedía en aquel cerro.
Antes de pasar de lleno a la intercesión, el pastor Eduardo exhortó el texto de Jer 1:10 para recordar la autoridad que nos ha sido otorgada. El clamor fue intenso y apoyado en las Escrituras, pidiendo al Señor de las Ejércitos que se levantara en Quillota (Sal 68:1-4) y declarando la confianza en Dios (Sal 46:1-3,5). La lectura final estuvo a cargo de la hermana Nicole, que leyó el Salmo 67 y el pastor Marco hizo la oración final de agradecimiento antes de pasar a un canto de exaltación.
Ciertamente, quienes bajaron desde el cerro no fueron los mismos que subieron; ahora tienen una nueva perspectiva y visión de su ciudad. Gracias sean dadas al Eterno por la honra concedida.
-- Intercesión Profética: Pastor Eduardo Tapia Calderón, hermana Tamara Yuretic Rey, hermana Nicole Valencia Silva, pastor Marco Mera López.
-- Maestros Proféticos: hermana Carolina Rey Fernández, David Codocedo Ulloa
-- Profetisa Marta Astudillo Varas
-- Pastor Justo Codocedo Ávila
Relación de la jornada
La citación fue a las 09:30 hrs. del sábado 19 de marzo de 2011. Poco a poco los hermanos fueron llegando y fueron reunidos en una sala del templo CEIM de Ariztía 122 para tener un tiempo de oración y preparación antes de ascender. El pastor Eduardo leyó el pasaje de Dt 20:1-4. Los convocados elevaron un ferviente clamor mientras el pastor Justo ungía con aceite para habilitar al equipo y, después de declarar la victoria, se emprendió el viaje rumbo a la cima del cerro Mayaca.
Ya en la cumbre, el pastor Eduardo motivó a los hermanos a mirar la ciudad de una forma distinta, no sólo fijarse en los edificios, calles y casas, sino ver la ciudad como Jesús vio a Jerusalem, es decir, con compasión, misericordia y gracia. La primera intercesión fue para pedir perdón por los pecados cometidos por la ciudad, pero también por los cometidos por la Iglesia. Dios reveló que muchas veces la gente proclama maldiciones sobre la ciudad, aún miembros de la Iglesia, y uno de los mayores pecados es ignorar la tierra que nos cobija, ser indiferentes e insensibles, como también no amarla, por lo tanto, corresponde que sea la Iglesia la que pida perdón a la ciudad y no al revés. Ya no pedir que Dios derrame su gracia sobre la ciudad, sino la Iglesia debe expandir la gracia en ella; no pedir que Dios tenga misericordia, sino que la Iglesia pueda actuar con misericordia. Se proclamó que Quillota ya no será conocida como una tierra estéril para el evangelio, sino de mucha fertilidad y de gran bendición; pero lo más importante fue la proclama profética sobre la ciudad, proclama que se encuentra en Is 62:1-4 y 6 y tiene como decreto central el declarar que el corazón de Dios está con Quillota y pone un carácter y un nombre nuevo: en vez de ser llamada “Desamparada” o “Desolada”, será conocida como “Predilecta” y “Esposa”.
El hermano David ministró la alabanza para pasar a un momento en que el Pastor Justo enseñó acerca de aquellas “Naciones intrusas para derrotar”, basado en Ex 23:23-24, 34:10-12 y Dt 20:16-18, junto con la promesa de Dt 7:21-22. se nos enseñó que los espíritus identificados con los pueblos cananeos de la época de la conquista de la tierra de la conquista, operan en la sociedad y también pueden operar en la Iglesia. Por lo anterior, se hizo guerra espiritual para resistir todas las obras de estos espíritus, pero antes de ello, la maestra profética Carolina Rey comentó lo que ocurría en los días del rey Jeroboam poco después de que el reino se dividiera: el rey levantó todo un sistema paralelo a la adoración verdadera a Dios para hacer pecar al pueblo (1R 12:25-33). Esta revelación fue muy importante, junto con lo que Dios ya había desvelado por medio de la profetisa Marta Astudillo sobre lo que sucedía en aquel cerro.
Antes de pasar de lleno a la intercesión, el pastor Eduardo exhortó el texto de Jer 1:10 para recordar la autoridad que nos ha sido otorgada. El clamor fue intenso y apoyado en las Escrituras, pidiendo al Señor de las Ejércitos que se levantara en Quillota (Sal 68:1-4) y declarando la confianza en Dios (Sal 46:1-3,5). La lectura final estuvo a cargo de la hermana Nicole, que leyó el Salmo 67 y el pastor Marco hizo la oración final de agradecimiento antes de pasar a un canto de exaltación.
Ciertamente, quienes bajaron desde el cerro no fueron los mismos que subieron; ahora tienen una nueva perspectiva y visión de su ciudad. Gracias sean dadas al Eterno por la honra concedida.
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