Mateo 4:4
“Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.
“Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.
El domingo 05 de octubre de 2014, en la sede de CEIM-Quillota, se vivió una celebración bendecida, con
abundante gozo y fraternidad. Desde las alabanzas hasta la oración final, cada
elemento fue una instancia de bendición de parte de Dios para su pueblo.
En
esta oportunidad la prédica fue compartida por nuestro pastor Eduardo Tapia, y el mensaje central fue:
El enemigo tiene la certeza de cuál es el
verdadero poder que tiene la palabra, porque no le dice a Jesús que haga la
acción, sino que lo proclame, que diga, él sabe el poder que hay en nuestra
boca, cuando clamamos a nuestro Dios, porque nuestro Dios no es como los otros
dioses, nuestro Dios es el creador, el sublime, el eterno, el todopoderoso, que
nos lleva de victoria en victoria, por lo que tan solo con decir, ya satanás
sabe que será hecho, pues conoce el poder de nuestro Dios.
Dentro de todo, Jesús dio una respuesta
bastante certera, puesto que con lo que dice, se refiere a que sin pan es
posible vivir, más si no comemos de la palabra que Dios nos ha dejado, de lo
que él nos hablé día a día, ahí sí que no tenemos vida, porque cuando creemos y
atesoramos su palabra en nuestro corazón, llevamos una vida abundante.
En el libro de Deuteronomio, en el capítulo 8
versículo 3, dice: “Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustento con
mana, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte
saber que no solo de pan vivirá el hombre, más de todo lo que sale de la boca
de Jehová vivirá el hombre”; no nos preocupemos si nos falta algo que
cualquiera nos podría dar, debemos alertarnos cuando no recibimos la comida, la
palabra de Dios, cuando no escuchamos su voz, pues lo terrenal no sacia, más
las dadivas de Dios son eternas, y solo él, puede saciar nuestro corazón.
Pero por último, no olvidemos que puede venir
el tentador a ofrecernos cosas, que nos pueden saciar un momento, nos da una
felicidad momentánea, más cuando recibimos de Dios, de su palabra y la creemos,
tenemos un gozo eterno, el gozo de la Salvación.
Cada
celebración en CEIM-Quillota ha resultado en testimonios de gratitud, sanidad,
restauración, de las cuales le invitamos para que sea partícipe de las
bendiciones de Dios. Le invitamos a nombre cordialmente a acompañarnos en
nuestra sede ubicada en Zorobabel Rodríguez N°1615, Población San Martín,
Quillota. Le esperamos.