Celebracion Domingo 19 de Octubre de 2014.- CEIM-Quillota

Ezequiel  8:5-16
8:5 Y me dijo: Hijo de hombre, alza ahora tus ojos hacia el lado del norte. Y alcé mis ojos hacia el norte, y he aquí al norte, junto a la puerta del altar, aquella imagen del celo en la entrada.  
8:6 Me dijo entonces: Hijo de hombre, ¿no ves lo que éstos hacen, las grandes abominaciones que la casa de Israel hace aquí para alejarme de mi santuario? Pero vuélvete aún, y verás abominaciones mayores.  
8:7 Y me llevó a la entrada del atrio, y miré, y he aquí en la pared un agujero.  
8:8 Y me dijo: Hijo de hombre, cava ahora en la pared. Y cavé en la pared, y he aquí una puerta.  
8:9 Me dijo luego: Entra, y ve las malvadas abominaciones que éstos hacen allí.  
8:10 Entré, pues, y miré; y he aquí toda forma de reptiles y bestias abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel, que estaban pintados en la pared por todo alrededor.  
8:11 Y delante de ellos estaban setenta varones de los ancianos de la casa de Israel, y Jaazanías hijo de Safán en medio de ellos, cada uno con su incensario en su mano; y subía una nube espesa de incienso.  
8:12 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿has visto las cosas que los ancianos de la casa de Israel hacen en tinieblas, cada uno en sus cámaras pintadas de imágenes? Porque dicen ellos: No nos ve Jehová; Jehová ha abandonado la tierra.  
8:13 Me dijo después: Vuélvete aún, verás abominaciones mayores que hacen éstos.  
8:14 Y me llevó a la entrada de la puerta de la casa de Jehová, que está al norte; y he aquí mujeres que estaban allí sentadas endechando a Tamuz.  
8:15 Luego me dijo: ¿No ves, hijo de hombre? Vuélvete aún, verás abominaciones mayores que estas.  
8:16 Y me llevó al atrio de adentro de la casa de Jehová; y he aquí junto a la entrada del templo de Jehová, entre la entrada y el altar, como veinticinco varones, sus espaldas vueltas al templo de Jehová y sus rostros hacia el oriente, y adoraban al sol, postrándose hacia el oriente.  




El ser humano sabe lo que es y cuales son sus limitaciones, en ocasiones se hace de ídolos los cuales bloquean la puerta del templo, luego hacen orificios en las paredes con el fin de espiar u observar lo que hay afuera y todo aquello que está sucediendo en el exterior, esto provoca que el semblante decaiga, pero ¿Por qué el semblante decae?, porque no se cree, ya que dice en su palabra “cree en el señor Jesús y tendrás salud tú y toda tu casa”, cuando habla de salud se refiere a la salvación otorgada por dios a través de su hijo Jesucristo.

Entonces como es posible tener salud si se hacen orificios en las paredes para observar todo lo inmundo y todo aquello que no es provechoso.

Para aquel que ignora a dios pero sin ser hijo de él no existe un gran problema, ya que no le conoce, pero muy distinto es cuando un hijo de Dios lo ignora, ahí sí que hay problemas, puesto que le está dando la espalda a Dios.

El ser humano es capaz de hacer un dios de cualquier cosa a la cual le ha dado el valor en su mayoría cosas materiales.
El discípulo es aquel que ha escuchado la voz de Dios y le dice que irá donde quiera que lo mande y jamás le dará la espalda a Dios; en cambio un asistente es aquel que quiere mandar a Jesús.
Por último, si negamos a Jesús, él TAMBIÉN nos negará
Si confesamos a Jesús, él TAMBIÉN nos confesará


Cada celebración en CEIM-Quillota ha resultado en testimonios de gratitud, sanidad, restauración, de las cuales le invitamos para que sea partícipe de las bendiciones de Dios. Le invitamos a nombre cordialmente a acompañarnos en nuestra sede ubicada en Zorobabel Rodríguez N°1615, Población San Martín, Quillota. Le esperamos.