Efesios 6.10-17
“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el señor en el
poder de su fuerza.
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar
firmes contra las asechanzas del diablo.
Porque no tenemos lucha contra sangre ni carne, sino contra
principados, contra potestades, contra gobernadores de las tinieblas de este
siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis
resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y
vestidos con la coraza de justicia.
Y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar
todos los dardos de fuego del maligno.
Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu,
que es la palabra de Dios.”
El domingo 23 de noviembre de 2014, en la sede de
CEIM-Quillota, se vivió una celebración bendecida, con abundante gozo y
fraternidad. Desde las alabanzas hasta la oración final, cada elemento fue una
instancia de bendición de parte de Dios para su pueblo.
En esta oportunidad la
prédica fue compartida por nuestra Pastora Teamar Ulloa, y el mensaje central fue:
En ocasiones el ser humano cree que puede ocultar alguna
cosa, pero olvida que Dios conoce el corazón.
En este tiempo la lepra no es física, sino que es espiritual
y de apoco va dañando el corazón.
Debe existir la convicción en el corazón de que Dios sanará,
porque aunque se haga oraciones de labios o se entregue dinero, con eso no se
consigue nada delante de Dios.
Se debe tener en cuenta que lo importante no es el
mensajero, sino que el mensaje.
Es tiempo de EXAMINAR el corazón.
2 Reyes 5:1-11Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Eliseo y Naamán