Marcos 2 1-10
Entró
Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en
casa.2 E
inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la
puerta; y les predicaba la palabra.3 Entonces
vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro.4 Y como no podían
acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y
haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico.5 Al ver Jesús la fe de
ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.6 Estaban allí sentados
algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones:7 ¿Por qué habla éste así?
Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?8 Y conociendo luego Jesús
en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por
qué caviláis así en vuestros corazones?9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados
te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda?10 Pues para que sepáis que
el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al
paralítico)
El domingo 18
de enero de 2015, en la sede de
CEIM-Limache se vivió una celebración bendecida, con abundante gozo y
fraternidad. Desde las alabanzas hasta la oración final, cada elemento fue una
instancia de bendición de parte de Dios para su pueblo.
En esta oportunidad la prédica fue compartida
por nuestro Pastor Oscar Valencia. Y el mensaje central fue:
Podemos ver cómo llega a
capernaum, era la casa de pedro, que hermosos es cuando se llega a un lugar que es como casas de uno,
donde habita Jesús es algo distinto
La casa estaba tan llena que
no cabía nadie más, porque donde llega Jesús el ambiente cambia, la tierra se
reverdece, la atmosfera se llena de su gloria, se activa el corazón del hombre, la gente venía y el entregaba el
mensaje, su palabra con amor inagotable.
Pero mientras el compartía, afuera había un hombre paralitico cargado por
cuatro hombres, este hombre no podía ir solo, pero estaban sus amigos llenos de
amor y fe para trasladarlo donde
recibiría su sanidad.
Si ya estamos aquí, no
podemos retroceder, entonces los amigos quitaron el techo y bajaron al paralitico, era la uncía forma de llegar a
Jesús, su fe los impulso a accionar su fe.
Al ver Jesús que la fe de ellos era sorprendente, Jesús dijo al paralitico tus pecados son
perdonados, la respuesta de Jesús para sanarlo
era perdonar sus pecados, Jesús tiene toda la autoridad para perdonar y sanar nuestra vida, para que
ocurra un milagro necesitamos fe, pero
debo accionar mi fe, solamente debemos
creer, debemos ir a Jesús, al todo poderoso, la libertador, capaz de lo
imposible
Santiago 2:17
Así también la fe, si no
tiene obras, es muerta en sí misma.
La fe es acción, para que el milagro
ocurra necesitamos actuar, no podemos dejar para mañana lo que podemos hacer
hoy.
Cada celebración en CEIM-Limache ha resultado
en testimonios de gratitud, sanidad, restauración, de las cuales le invitamos
para que sea partícipe de las bendiciones de Dios. Le invitamos a nombre
cordialmente a acompañarnos en nuestra sede ubicada en Avenida Urmeneta
403, Le esperamos.