2°corintios 4:7
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia
del poder sea de dios, y no de nosotros
El domingo 04 de enero de 2015, en la sede de CEIM-Quillota, se vivió
una celebración bendecida, con abundante gozo y fraternidad. Desde las
alabanzas hasta la oración final, cada elemento fue una instancia de bendición
de parte de Dios para su pueblo.
En esta oportunidad la prédica fue compartida
por nuestro Obispo Justo Codocedo Ávila, y el mensaje central fue:
Dentro de la iglesia aún no existe la convicción del llamamiento
de Cristo, no está en las cualidades, en cómo se siente o como se ve el ser
humano sino que en como Dios lo ha visto.
En ocasiones las personas no tienen la claridad de quienes son.
Cuando Dios llamó al ser humano fue para depositar un tesoro en
él.
Dios ha constituido al hombre como vaso de honra y no como tarro
de basura y este vaso de honra es de barro.
El hombre es el polvo y junto al Espíritu Santo (agua) es hecho
barro, el cual más adelante es transformado por Dios en vasos de honra.
Cuando el hombre es barro su debilidad se vuelve una fortaleza,
pero muy por el contrario es cuando el hombre es polvo, ya que en ese momento
su debilidad se vuelve algo peligroso para su propia vida.
Dios ha depositado en nosotros el poder del Espíritu Santo, así
como también su fruto (amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza)
El hombre a menudo le da más valor a la presentación o apariencia
del barro que al contenido que este puede tener.
El barro no es eterno pero sí el contenido del vaso.
Cada
celebración en CEIM-Quillota ha resultado en testimonios de gratitud, sanidad,
restauración, de las cuales le invitamos para que sea partícipe de las
bendiciones de Dios. Le invitamos a nombre cordialmente a acompañarnos en
nuestra sede ubicada en Zorobabel Rodríguez N°1615, Población San Martín,
Quillota. Le esperamos.