Juan 5.1-6
El paralítico de Betesda
5 Después de estas cosas había una fiesta de
los judíos, y subió Jesús a Jerusalén. 2 Y hay en Jerusalén,
cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el
cual tiene cinco pórticos. 3 En éstos yacía una
multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento
del agua. 4 Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al
estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del
movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese. 5 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho
años que estaba enfermo. 6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya
mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?
El domingo 12
de abril del presente año, en la sede
CEIM-Quillota vivimos una celebración
de victoria y bendición, donde el pueblo de gozo, por medio de alabanzas a nuestro señor Jesucristo.
En esta ocasión nuestro Obispo
Justo Codocedo Ávila tuvo la
oportunidad de compartir el mensaje de nuestro señor Jesucristo hacia nosotros, el cual fue el siguiente:
Betesda=
casa de la misericordia
Dios envió a
su hijo Jesús porque pensó en todas las personas, incluyéndome a ti y a mí, lo
mismo pasa cuando uno tiene el interés y quiere realizar un regalo, lo hace
pensando en el otro, en lo que le gusta o necesita.
Cuando
amamos a alguien ya sea familia o amigos, siempre le desearemos lo mejor, sería
extraño amar y esperar que algo malo le pasara a aquel que amamos.
En este
relato podemos encontrar a un hombre que durante mucho tiempo espero a que le
llevasen al estanque, pero realmente no
existía una motivación propia, ya que si hubiese querido ser sanado lo estaría
y habría dejado pasar tanto tiempo.
En el
podemos encontrar una parálisis emocional, puesto que existía algo que le impedía
ser sano, él no hacia lo necesario, aun mas allá de lo que podía, para ser
sanado, sino que solo permanecía en su condición.
En este
tiempo tienes y tenemos que hacer todo lo posible y aun aquellas cosas que nos
cuestan para agradar a Dios y así de esa manera ser sanados.
Jesús
conocía a este hombre, conocía su corazón y es por ello que le pregunta si
quiere ser sano, Jesús sabía que aquel hombre hasta ese día no había hecho
ningún ajuste para obtener la sanidad de parte de Dios, pero lo que le permitió
ser sanado fue creer que Jesús lo haría y lo hizo.
Jesús
también nos conoce, sabe lo que pensamos, cuales son nuestros sueños, nuestras
metas y para poder estar bien y en comunión con él nos hace la siguiente
pregunta... ¿QUIERES SER SANO?
En nuestra sede CEIM-Quillota hemos vividos
celebraciones llenas de amor, gozo, y llenas de bendiciones de parte de Dios para su pueblo. Le invitamos a
compartir con nosotros cada celebración
y así llenar su vida de
bendiciones, nuestra sede está
ubicada en Zorobabel Rodríguez #1615, población San Martin Quillota .. Le Esperamos!!!