El día domingo
31 de enero del presente año, nuestra
pastora Teamar Ulloa, nos compartió el mensaje de nuestro señor Jesús
No dejemos que
la llama interior se apague, dentro de la iglesia podemos encontrar a quienes
tienen su llama encendida, otros tienen su llama que se apaga lentamente y
algunos que simplemente la tienen apagada.
Mateo 24:28 Donde esté el
cadáver, allí se reunirán los buitres.
Los buitres
comen carne descompuesta, ellos tiene una lengua tan áspera que sacan todo del
cuerpo y dejan el hueso totalmente sin carne.
Muchas veces en
el corazón del hombre hay cosas muertas y que son necesarias retirar.
Los buitres
habitan en el desierto, les gusta dormir, viven en lugares oscuros, se levantan
cuando el sol calienta la tierra.
Muy por el
contrario el águila, caza animales vivos y no come carne descompuesta, es un
ave diurna, viven en lo mas alto de la montaña.
Las águilas
están cerca del cielo, los buitres cerca del suelo, el águila tiene visión, el
buitre solo olfato, el buitre no puede alcanzar la altura del águila.
Si queremos
apartarnos del buitre debemos remontarnos a las alturas.
¿Será posible
perder la llama interior?
Si claro que es
posible.
Dios sopló
aliento de vida en nosotros, pero algo comienza a suceder y empieza a morir algo
dentro de nosotros.
Muchos son los
que se convierten en zombis espirituales, su espíritu está muerto, pierden el
gozo de la salvación.
Si perdemos la
gloria, lo hemos perdido todo, no sabemos si somos águilas o buitres, eso nos
hace perder la visión.
Muchas veces nos
creemos águilas pero en realidad no lo somos.
Romanos 6.23 Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es
vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.
La paga del
pecado es muerte, el regalo de Dios es vida eterna.
Debemos dejar
morir el pecado, esto atrae a los que se asemejan a las águilas.
Le invitamos
a compartir cada celebración en nuestra
iglesia CEIM-Quillota , ubicada en
Zorobabel Rodríguez #1615, población San Martin, Quillota ..