PREDICACION DOMINGO 27 DE NOVIEMBRE DE 2016 -CEIM QUILLOTA

Este domingo 27 de noviembre el pastor Israel Codocedo Ulloa nos impartió un mensaje poderoso que nos hacía reflexionar en que hay tantas cosas que debemos dejar para poder tener un corazón limpio. Parte del mensaje fue el siguiente:
Naamán era un hombre valiente, parte del ejército sirio y leproso. Naamán tenía muchas virtudes pero él también quería ser sano.
2 Reyes 5:8, 10
8. Cuando Eliseo el varón de Dios oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió a decir al rey: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora a mí, y sabrá que hay profeta en Israel.
10. Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio.
Había 7 cosas que Naamán tenía que lavar de sí:
1er baño: La renuncia
Naamán esperaba otra forma para obtener su milagro por lo que desistió y se fue. Debemos ser pacientes y perseverar en Dios. La forma de Dios no es la nuestra.
2° baño: El enojo
El enojo es la puerta de entrada para el rencor y la base de la discordia. La discordia tiene que ver con falta de amor.
3er baño: La boca negativa
El hablar sin pensar trae negatividad, proverbios dice que la vida y la muerte están en poder de la lengua. Es importante ser sabios al hablar.
4° baño: El prejuicio
En ocasiones no recibimos el mensaje por ver quién lo trae. Natanael dijo en Juan 1 ¿Podrá venir algo bueno de nazareth? Y Jesús venía de allí. No nos quedemos con la primera impresión.
5° baño: El orgullo
¿Cuánto orgullo queda en nosotros? “yo soy así” dicen muchos para no hacerse responsable de sus actos, pero debemos dejar morir toda forma propia para hacer las cosas, para adoptar la forma de Cristo. El orgullo debe morir.
6° baño: La desobediencia
Lo único que nos falta para que nos vaya bien es obediencia. Tal vez no entendamos lo que Dios nos diga, pero en ocasiones no tenemos que entender, solo obedecer porque Dios se encargará a su tiempo de darnos entendimiento.
7° baño: Dejar de complicarlo todo.
No es tan complicado hacer lo que Dios nos dice y Naamán se complicó mucho, pensó que por qué no salía el mismo Eliseo a sanarlo o porque no lo envió a ríos mejores para poder sumergirse. En ocasiones lo complicamos todo pensando que nuestras ideas son mejores.
La pregunta es ¿Quieres ser limpio? Examina qué área de tu vida debe ser sumergida.

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