Este domingo 08 de Enero fue un tiempo glorioso, donde el Obispo Justo Codocedo compartió
el mensaje titulándola de la siguiente manera:
“El verdadero perdón trae sanidad”
En ocasiones hay pequeñas cosas que nos impiden estar en una buena relación con Cristo, y es
donde nos damos cuenta que no se puede tener una vida abundante cuando hay algo malo en
nuestros corazones. La verdad es que Jesús es lo ÚNICO que necesitamos.
Salmos 102:4 y 5 “4 Mi corazón está herido, y seco como la hierba, Por lo cual me olvido de comer mi pan. 5 Por la voz de mi gemido Mis huesos se han pegado a mi carne.”
En el versículo 4 vemos que el salmista está herido y las heridas en el corazón producen sequedad pero vemos que reconoce que su corazón está herido, y es ahí donde comienza la sanidad, cuando reconocemos.
Si quitamos los ojos de cristo por un instante estamos perdidos, por eso es muy importante no descuidar nuestro corazón y nuestra relación con Dios.
A veces cuando nuestro corazón está herido fingimos estar bien y nos acostumbramos a vivir así y comenzamos a escuchar otras voces y no escuchamos la voz de Dios.
La herida te consume, te margina, te desanima, te avergüenza y te indignifica mientras no sea sanada, en cambio la sanidad te liberta.
Para ser sanados debemos caminar con Cristo, andando en el camino y no junto a él. Y así vemos personas con corazones heridos que viven mendigando.
Salmos 147:3 y 4 “3 El sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas. 4 El cuenta el número de las estrellas; A todas ellas llama por sus nombres.”
El verso 3 nos muestra que la verdadera sanidad viene de un verdadero quebranto de nuestro corazón.
Y el verso 4 nos dice que Dios nos tiene siempre en su mente, nos conoce y sabe cada cosa que necesitamos. ¡La sangre de Cristo nos sana!
A continuacion les dejamos algunas fotografías de la celebración, para poder ver mas foto les invitamos a revisar nuestro facebook: CEIM-CHiLE
Salmos 102:4 y 5 “4 Mi corazón está herido, y seco como la hierba, Por lo cual me olvido de comer mi pan. 5 Por la voz de mi gemido Mis huesos se han pegado a mi carne.”
En el versículo 4 vemos que el salmista está herido y las heridas en el corazón producen sequedad pero vemos que reconoce que su corazón está herido, y es ahí donde comienza la sanidad, cuando reconocemos.
Si quitamos los ojos de cristo por un instante estamos perdidos, por eso es muy importante no descuidar nuestro corazón y nuestra relación con Dios.
A veces cuando nuestro corazón está herido fingimos estar bien y nos acostumbramos a vivir así y comenzamos a escuchar otras voces y no escuchamos la voz de Dios.
La herida te consume, te margina, te desanima, te avergüenza y te indignifica mientras no sea sanada, en cambio la sanidad te liberta.
Para ser sanados debemos caminar con Cristo, andando en el camino y no junto a él. Y así vemos personas con corazones heridos que viven mendigando.
Salmos 147:3 y 4 “3 El sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas. 4 El cuenta el número de las estrellas; A todas ellas llama por sus nombres.”
El verso 3 nos muestra que la verdadera sanidad viene de un verdadero quebranto de nuestro corazón.
Y el verso 4 nos dice que Dios nos tiene siempre en su mente, nos conoce y sabe cada cosa que necesitamos. ¡La sangre de Cristo nos sana!
A continuacion les dejamos algunas fotografías de la celebración, para poder ver mas foto les invitamos a revisar nuestro facebook: CEIM-CHiLE
