Este
domingo 29 de enero nuevamente el ministerio de alabanza de nuestra iglesia
CEIM-Quillota, guiado por nuestro Pastor Israel Codocedo, nos guio en la presencia de
Dios, a través de alabanzas
y adoración.
En
este día, nuestra Pastora Teamar
Ulloa, nos compartió un mensaje que nos
hizo reflexionar acerca de que
tipo de
persona somos ante la presencia de
nuestro Señor Jesús, el mensaje
compartido fue el siguiente:
¿Es o parece? ¿Ser o parecer?
De
los que van a ver un partido de fútbol al estadio, podemos ver dos tipos de
personas: el hincha y el espectador. El
hincha mucho antes de comenzar el partido ya está cantando y demostrando toda
su pasión por el equipo que representa, en cambio en espectador solo mira,
observa y critica.
En
la casa de Dios también hay un espectador y un hincha, el espectador va a ver a
Dios y el hincha se encuentra con Dios y se va con él.
Sgto. 1:25
dice: “Mas el
que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en
ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será
bienaventurado en lo que hace.”
Debemos
oír y hacer la palabra. Entendamos que lo exterior revela lo que está dentro,
así que demuestre a quién usted sirve y se verá lo que usted realmente es.
La
biblia nos cuenta la historia de la hija del faraón, cuando ella fue a bañarse
y vio a un niño dentro de una canasta en el rio y tuvo compasión de él. Éste
era moisés, quien creció como un príncipe, se vistió como príncipe, hablaba y
mandaba como príncipe pero no lo era. Dios requiere de personas que sean
verdaderos hijos de Dios y no espectadores. Requiere que los hijos de Dios sean
y parezcan hijos de Él.
El
capítulo 7 de mateo nos enseña que un árbol bueno da buenos frutos y que uno
árbol malo da malos frutos, y evidentemente nos dice que por los frutos seremos
conocidos. En este tiempo donde todo está terminando se verá muy claramente
quién es quién y los entendidos comprenderán.
Lo
que le agrada al padre es que seamos hijos auténticos. Muchos aparentan e
intentan mostrar características que no tienen y se esfuerzan, pero no
esfuerzan por mantener una relación real con Dios.
Malaquías 3:18 nos dice algo sumamente importante:
“Y ustedes volverán a distinguir entre los buenos y
los malos, entre los que sirven a Dios y los que no le sirven.”
Habrá una distinción de quién es y de
quién parece.
¡Amados hermanos, el árbol se conoce
por sus frutos!