CELEBRACION DOMINGO 12 DE MARZO DE 2017 - CEIM-QUILLOTA


Este domingo El Obispo Justo Codocedo expuso la palabra de Dios, en medio de una celebración gozosa y llena de alabanza a nuestro Dios, donde se nos hace examinar nuestra vida para ver si realmente vemos a Jesús en como Rey de reyes.
El mensaje compartido fue siguiente:

18 Viéndose Jesús rodeado de mucha gente, mandó pasar al otro lado.19 Y vino un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.20 Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.21 Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre.22 Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos.” Mateo 8:18-22
 
Jesús se rodeaba de mucha gente, muchos de ellos eran pecadores, delincuentes, rameras, pobres, etc. Creyentes que veían una mínima posibilidad de tener un cambio en sus vidas. Y su palabra nos dice que Jesús quería pasar al otro lado y es así, Jesús siempre quiere hacernos pasar al otro lado.

En el verso 19 un escriba le habla a Jesús diciéndole “maestro, te seguiré adonde quiera que vayas” cuantas veces hemos dicho que damos todo por Jesús, pero quedamos en la mitad. Pero Jesús le responde algo muy interesante “no tengo donde recostar mi cabeza”, Jesús le advierte que Él no le iba a dar un lugar donde dormir, ni mucho menos fama ni comodidades. Dios no nos promete títulos, ni fama, ni gloria, porque un discípulo de Cristo es alguien que sabe que no va a recibir elogios ni va a ser aplaudido.
 
Otro discípulo le dijo “déjame que vaya primero y entierre a mi padre” y ciertamente no es malo sepultar a los familiares, pero a veces hay cosas naturales que se convierten en un estorbo. Muchos dicen “Señor, déjame primero terminar mis estudios, criar a mis hijos, tener mi casa, y muchas otras cosas más, pero es mentira, solo están postergando a Dios y Dios no quiere que nada le postergue a Él. Cuando ponemos primero a la familia, al trabajo o a los quehaceres, dejamos por consecuencia en segundo plano a Dios y eso nos muestra que hemos perdido la capacidad de poner a Dios primero.
 
El discípulo de Cristo siempre tendrá tiempo para Jesús, no tiene excusa. Debemos darle tiempo a Dios y dejarlo gobernar sobre nuestras vidas.
Es una pena que Dios pueda gobernar sobre los elementos, sobre los demonios, pero no sobre el hombre que es su perfecta creación, porque el hombre no se ha dejado gobernar, aun cuando Jesús dio su vida y abrió sus brazos en la cruz por amor del hombre.

¿Puede Jesús ser el Rey de reyes sobre tu vida? O Dios tendrá que decir “te di belleza y te la quitaré”, “te di bienes y te lo quitaré”.
¿Quién nos podrá separar del amor de Dios? Ni lo alto, ni lo bajo, ni lo profundo…pero sí nuestra voluntad.
¡Que nada le haga sombra a Jesús!

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Les esperamos  cada  domingo  desde las 10:30  hrs  en  nuestra  iglesia ubicada en  Zorobabel Rodrigues #1615, Quillota